viernes, 15 de junio de 2012

Las Batallitas de Dulce VIII, "Con los tites no se juega"

Buenas tardes noches bloggeros,

Hacía unas cuantas semanas que no escribía alguna de las famosas batallitas de Dulce, pero hoy os voy a deleitar con una.

Hace poco llamé a mi madre a su trabajo, como siempre tiene poco tiempo para hablar cuando está trabajando así que tras decirme, -llámame luego, me colgó el teléfono sin dejarme preguntar al menos que tal estaba. Como buena hija y obediente que soy la llamé por la tarde.

-'Ay! Rosamari, no te vas a creer lo que pasó después de que tu me llamaras.
-¿Qué ha pasado mamá?

Olvido mencionar otro de los hobbies de mi abuela: "Descubrir que hay en el interior de cada cosa que ve, abre, huele, etc." vamos lo que viene siendo alcahuetear.

El caso es que esa mañana había descubierto un bote de "los tites" que mi madre había estado utilizando la noche anterior. Como buena rastreadora que es mi abuela, se puso a olisquear el bote, no dando con lo que era, lo abrió de tal manera que derramó el bote entero en sus manos.
Reacción I: juntar las manos para despegarse la masa pegajosa, resultado: dos manos pegadas.
Reacción II: Lavarse las manos con agua hirviendo mientras se las raspaba con todo lo que encontraba a mano, resultado: dos manos en carne viva.

Viendo la que había liado se fue derechita al trabajo de mi madre (por cierto mi madre no es médico.) Mi madre escandalizada la llevo al consultorio del pueblo, afortunadamente no fue una desgracia mayor, solo se tuvo que untar un poco de crema en las manos y esperar que se le pasara el escozor.

¿ Creéis que le ha servido de escarmiento? Os lo digo yo, ¡NO!
Aun así, con esos hobbies tan raros, nosotros la adoramos.

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