jueves, 7 de junio de 2012

Después de pasada la tormenta...

Buenas noches bloggers,

Pues si, aquí me tenéis de nuevo, la verdad es que he descuidado un poco el blog estos ultimas días (o semanas) no he publicado nada y no era para menos, no he tenido tiempo la verdad, ¿la razón? Una de las tormentas más bonitas de mi vida.

Vino a visitarme el pasado mes de Mayo, como ya sabéis la mayoría que me seguís y para los que no, actualmente vivo en Alemania, así que mi tormenta preferida llegó el 17 de Mayo.

¿Qué os puedo contar? Él es... cómo describirlo... ¿una tormenta?
Cuando llega se produce una especie de luz y lo ilumina todo con sus primeros rayos, lo puedo notar en su sonrisa.
Charlamos, reímos, nos abrazamos, nos miramos, volvemos a abrazarnos, me besa cada rinconcito de mi cara, me acaricia el pelo y me lo aparta de ella con un gesto muy dulce, entierra su nariz entre mis cabellos, hasta que escucho decirle: ¡Cuánto te he echado de menos! Me alza en el aire, y cuando mis ojos se encuentran con los suyos, se inclina hacía mí, apoya su boca en mi pequeña nariz, me la besa y finalmente me dice: Te quiero. Como una tormenta cuando toca el campo con sus primeras gotas, deseoso de sentir el frescor.
Me agarra las manos, me las aprieta fuerte, puedo sentir que está nervioso y a la vez eufórico. Como relámpagos en una tormenta.
Su simple presencia mueve todo mi ser, como truenos en una tormenta.

Cuando él está junto a mi capta toda mi atención, al igual que una tormenta de verano. Inesperada y deseada a causa del calor. La tormenta lo calma todo, hace que el campo se sienta fresco, vivaz, y que los secos riachuelos vuelvan a sonar con sus corrientes de agua. Así me siento yo cuando mi tormenta llega, él puede estremecer cada parte de mi cuerpo, puede reavivar mi felicidad, calmar la calor acumulada durante los meses de sequía e iluminar cada día de mi vida con su eterna sonrisa.

Como en una tormenta, cuando llegan las primeras gotas y se convierten en grandes diluvios. Así me siento yo cuando pienso que volverá a desaparecer y humedezco mis ojos con lagrimas hasta no poder controlar el llanto. Así me siento yo cuando se que sus rayos, sus relámpagos y truenos se irán y ese dulce frescor que dejó impregnado en mi campo se evaporará como las primeras gotas de una tormenta.

Pero la lluvia cesa, se vuelve a calmar la situación y el campo volverá a esperar con ansias su tormenta, que siempre, siempre llega...

Mi tormenta volverá en Septiembre.



http://www.youtube.com/watch?v=K8fR45CR4cE&feature=related

Feliz noche de jueves.

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